CADA DÍA LAS ESCRITURAS 6: EL LIBRO DE JOSUÉ

 



1.- Josué 1, 1-18: El libro de Josué nos hace entrar con Israel en el país de la promesa para tomar posesión del mismo. Un nuevo conductor reemplaza a Moisés: Josué, un hombre joven, a quien ya hemos visto combatiendo (Éxodo 17, 91-10), aprendiendo (Éxodo 33, 11), sirviendo (Números 11, 28), dando testimonio (Números 14, 6...). Formado durante los largos años de travesía por el desierto, ahora es llamado a llevar grandes responsabilidades.
El libro de Josué ilustra las verdades desarrolladas en la epístola a los Efesios. Moisés representaba a Cristo conduciendo a los suyos fuera del mundo. Josué personifica al Espíritu de Jesús (el nombre de Jesús en griego es el equivalente a Josué en hebreo, y significa Jehová es salvación) introduciéndolos en el cielo con él.

2.- Josué 2, 1-13: Dos grandes obstáculos impiden la entrada del pueblo en Canaán: 1º El Jordán (frontera) y 2º La ribera (Importante fortaleza de Jericó). Josué envió a dos espías, Rahab, su mujer ha oído lo que Dios había hecho por su pueblo Israel. La fe de Rahab le dio un sitio de honor en dos listas notables del Nuevo Testamento: la genealogía de Jesucristo (Mateo1) y la enumeración de los fieles testigos de Hebreos 11 donde ella es la única mujer nombrada juntamente con Sara.

3.- Josué 2, 14-24: El hecho de que Rahab fuese no solamente una enemiga sino una persona poco recomendable subraya la profundidad de la gracia divina. 
El informe de los dos espías es muy diferente de los diez exploradores de Números 13: "Jehová ha entregado (no entregará) toda la tierra en nuestras manos" (v. 24). 

4.- Josué 3, 1-13: El mar Rojo cerraba el paso a Israel en la salida de Egipto, ahora el Jordán le cierra el acceso a Canaán. El paso a través de ese río nos enseña una nueva verdad de gran importancia: nuestra muerte con Cristo.

5.- Josué 3, 14-17; 4, 1-8: El arca es la primera en penetrar en las aguas y abre el paso para el pueblo. Vemos que el arca permaneció en el lecho del río hasta que toda la nación acabó de pasar. Las aguas no pudieron apagar y el río no pudo sumergir el amor fuerte como la muerte que lo había conducido hasta esas aguas para arrancarnos de ellas (Cantar de los Cantares 8, 6-7).

6.- Josué 4, 9-24: Por orden de Jehová Josué manda sacar doce piedras del Jordán y hace con ellas un monumento en Gilgal. Dentro del Jordán, las 12 piedras permanecen sumergidas. Significa, los creyentes identificados con Cristo en su muerte (en el fondo del río) y en su resurrección (en el fondo del río) y en su resurrección (en la ribera, Romanos 6, 5). Las doce piedras son las doce tribus, unidad del pueblo. El signo de la cruz nos ha dado tres grandes liberaciones: la pascua (liberados del juicio divino), el mar Rojo (liberación de los enemigos exteriores: Satanás y el mundo) y el Jordán (destrucción del enemigo tiránico interior, la carne).

6.- Josué 5, 1-15: El producto de la tierra prometida reemplaza al maná: imagen de un Cristo resucitado y glorificado, del cual se nutre el redimido. Luego viene la pascua se celebra bajo las mismas murallas de Jericó. El Ángel prometido por Jehová desde los primeros días del Éxodo. Es una figura de Jesús, el Cristo, quien está por nosotros en el cielo y dirigirá nuestros combates si le confiamos su dirección. 

7.- Josué 6, 1-14: Cual guardián terrible que vela en la entrada de Canaán, se alza imponente la poderosa fortaleza de Jericó cerrando el paso al pueblo. Cuando un recién convertido, alguien que acaba de pasar de la muerte a la vida, se dispone a vivir su fe, en seguida Satanás se las ingenia para asustarlo. Y mucho más todavía, pues en algunos países quienes declaran ser cristianos se enfrentan con verdaderas persecuciones. Para ello nosotros necesitamos que el Señor dirija todo a su manera. A nosotros nos exige plena confianza en él, celo y un testimonio claro al cual corresponden las siete trompetas. La paciencia debe tener su obra perfecta (Santiago 1, 4). 

8.- Josué 6, 15-27: La ronda de los trompetistas frente a las murallas de Jericó, les ha parecido irrisoria e inofensiva a los habitantes que vivieron. Pero "lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte" (1 Corintios 1, 27), pues la  fe obra a su manera invisible. "Las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas" (2 Corintios 10, 4). 
Hagamos uso de la oración, esa arma invencible. 
Cuando llegue el momento designado por él, veremos caer las murallas, así como cayeron las de Jericó el séptimo día. 

9.- Josué 7, 1-15: El anatema, el del pecado de Israel por su orgullo en creerse que tiene capacidad para vencer al enemigo de la ciudad Hai, impidió que Dios luche en favor de los suyos.
Un Salmo 79, 9 dice: "Ayúdanos, oh Dios de nuestra salvación, por la gloria de tu nombre; y libranos, y perdona nuestros pecados por amor de tu nombre".

10.- Josué 7, 16-26: Cuando Dios ha esclarecido nuestra conciencia, debemos ponerles orden a las cosas inmediatamente. La gloria de Dios siempre exige la verdad absoluta. No olvidemos la conclusión: "el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte". Y el penoso juicio ha de ejecutarse: el malo debe ser quitado de en medio de la asamblea de Israel (1 Corintios 5, 13).

11.- Josué 8, 1-13: Israel fue derrotado a causa del pecado oculto. Pero dicha derrota tenía, además, otro motivo: la victoria sobre Jericó había dado al pueblo confianza en sí mismo. ¡Cuantas veces nosotros mismos nos parecemos a ese pueblo! La restauración supone una larga y difícil operación. La ayuda divina es imprescindible para derrotar al enemigo encarnado en el satanismo.

12.- Josué 8, 14-23: "¿Qué harás tú a tu grande nombre?", había preguntado Josué a Dios (cap. 7, 9). Ahora que el pecado ha sido quitado, Israel espera en Dios y Dios le responde dándole la victoria. Josué es la figura de Cristo, quien conduce a los suyos en sus combates. Pues, es Jesucristo quien conoce bien el papel de soldado. Y no estamos solos, en la batalla, tenemos hermanos que sostienen en las mismas luchas. Nuestras victorias serán logradas de rodillas en nuestra habitación, y sólo el Señor será testigo de ellas.

13.- Josué 8, 24-35: Hai es conquistada y luego quemada, sus habitantes masacrados, su rey ahorcado y su botín conservado, cumpliéndose la palabra divina frente a sus enemigos. 
El centro de esta reunión era el arca santa, tipo de Cristo. La adoración y el gozo se expresan por el ofrecimiento de holocaustos y sacrificios.

14.- Josué 9, 1-16: El pueblo de Dios obtiene su fuerza mediante la dependencia del Señor, el mundo busca la suya en la asociación. Su proverbio "la unión hace la fuerza" es la base de toda clase de agrupaciones, incluidas las religiosas. 
Hay que estar de alerta, porque semejante alianza es en primer lugar una desobediencia y luego una puerta abierta a muchas infidelidades (Éxodo 34, 12, 15-16).

15.- Josué 9, 17-27: Frente a Hai, el pueblo se consideraba bastante fuerte. En presencia de los gabaonitas también se creía bastante sabio. No sentía la necesidad de consultar a Jehová. En el día de hoy, la gente se parece mucho a la conducta gabaonita, creyendo actuar con sus propias fuerzas, por desgracia estamos condenados a fracasar sin Dios. Si bien, los gabaonitas permanecen en la esclavitud: leñadores y aguadores. sin confesar su estado pecaminoso, sin valerse del beneficio de la pura gracia de Dios, quieren escapar de la ira divina que se acerca y obtener una seguridad para la muerte que temen.

16.- Josué 10, 1-11: Surgen nuevos enemigos y tienen por jefe al rey de Jerusalén, Adonisedec (señor de justicia). Qué diferencia hay entre este personaje y uno de sus predecesores: Melquisedec (rey de justicia), rey de Salem (Génesis 14, 18-20). 
Así se halla preparado para dejar obrar sólo a Dios. Jehová mismo combate desde el cielo en favor de su pueblo Israel.  

17.- Josué 10, 12-27: Después de la oración de Josué, Jehová detiene el sol y la luna durante un día. Y muestra a esos pueblos paganos quién es el Dios que lucha por Israel, y al mismo tiempo enseña a los suyos hasta dónde puede responder sus oraciones (Marcos 9, 23). 
"Dios hace salir su sol sobre malos y buenos" (Mateo 4, 45).
"Acercaos, y poned vuestros pies sobre los cuellos de estos reyes... No temáis", dice Josué a sus capitanes. Es la señal del triunfo, una anticipación del momento cercano cuando el Dios de paz quebrantará a Satanás bajo sus pies (Romanos 16, 20; Salmo 110, 1).

18.- Josué 10, 28-43: Esas formidables ciudades caen una tras otra, "ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo" (Deuteronomio 1, 28). Sus reyes, sus gigantes y todos sus habitantes son destruidos por "Josué, y todo Israel con él". Todo esto evoca la unión indisoluble que existe entre Cristo y los suyos. El apóstol Juan escribe a los jóvenes luchadores contra las asechanzas demoniacas: "Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno" (1 Juan 2, 13).

19.- Josué 11, 1-11: Enfrentamiento entre los dos reinos, el sur contra el norte. Nos dice la victoria es seguida por una destrucción que no perdona a nadie.

20.- Josué 11, 12-23: Los enemigos que Israel acaba de combatir y de vencer representan a aquellos que hacen la guerra contra los cristianos, dicho de otra manera, Satanás y sus ángeles caídos. Pues, nuestra lucha es "contra principados... contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes" (Efesios 6, 12). Hay que rechazar todo espíritu inmundo del satanismo. "antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó" (Romanos 8, 37-39).

21.-  Josué 12, 1-24: El libro de Josué se divide en dos partes, cada una de las cuales contiene doce capítulos. La primera parte describe la conquista de Canaán por Israel y la segunda relata el reparto de la tierra entre las tribus.

22.- Josué 13, 1-14: Jehová recuerda a Josué que aún hace falta tomar posesión de mucha tierra. Hacia el sur: un gran desierto; al norte: una gran montaña, el Líbano; al oriente: un gran río, el Éufrates; y al occidente: un mar grande, el Mediterráneo. 
¡Cristianos, he ahí las dimensiones infinitas de nuestra herencia en él!

23.- Josué 13, 15-33: Los hijos de Rubén, de Gad y la media tribu de Manasés han recibido su parte de la herencia antes que todos sus hermanos.
Los primeros serán los últimos. Lo mejor siempre es lo que Dios nos da, incluso si para recibirlo tenemos que esperar un poco.

24.- Josué 14, 1-15: Jehová había designado por sus nombres a los que tendrían la responsabilidad de repartir la tierra entre las tribus (Números 34, 16-29). El secreto de la fuerza física de un individuo se revela en Yahvé: "Los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas... caminarán, y no se fatigarán" (Isaías 40, 31). "Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas... Irán de poder en poder" (Salmo 84, 5-7).

25.- Josué 15, 1-19: Después de la adjudicación de la porción de Judá, he aquí otro ejemplo de una fe atrevida y valiente. 

26.- Josué 15, 20-63 y 16m 1.10: Cuando llega el momento decisivo, Israel puede tomar posesión de su herencia. Judá es el primero en recibir su porción. 
Quiera Dios que nosotros también tengamos una visión cada vez más amplia del pueblo de Dios, en particular para abarcarlo en nuestras oraciones.
¡Que el Señor nos dé la suficiente valentía para juzgarlos, a fin de que él sea el único que reine en nuestro corazón! (Romanos 6, 12-14). 

27.- Josué 17, 1-18: Manasés recibe su parte de acuerdo con el mandamiento de Moisés que recibió de Jehová. Su herencia se hallaba en Canaán, en medio de sus hermanos. Cada tribu recibe su porción, primero con la indicación del contorno y luego con la relación de las ciudades que se hallan dentro de la misma. 

28.- Josué 18, 1-28 y 19, 1-51: Siete tribus faltan por recibir su herencia. Josué ordena hacer la cuenta catastral del país y distribuye las parcelas por sorteo, y Dios dirige la suerte según su voluntad. 
Dios nos ha dado en Cristo y seamos agradecidos por la porción abundante y deberíamos llegar a ser conciudadanos frente al alejamiento de la ciudadanía

29.- Josué 20, 1-9; 21, 1-40: Tres ciudades de refugio para el homicida: Cedes en el norte (en la región de Galilea), Siquem en el centro (en Efraín) y Hebrón en el sur. 

30.- Josué 21, 41-45 y 22, 1-6: Muchos jóvenes después de haber luchado y vencido, empezaron a alejarse del Señor y del pueblo de Dios. 

31.- Josué 22, 7-20: El Señor nos invita a compartir con otros las riquezas espirituales adquiridas en la tierra de la promesa. Ardiente en el celo por causa de Jehová (Números 25, 11), unió su amor por Dios con su amor por sus hermanos. ¡Dos sentimientos que son inseparables! (1Juan 4, 20-21).

32.- Josué 22, 21-34: En la cristiandad se han edificado muchos "altares" de gran apariencia. Erigidos según planes ideados por la imaginación humana, en vez de testificar sobre la unidad de la Iglesia, proclaman su fragmentación. Y la legítima indignación de las nueve tribus y media nos muestra cuán en serio debemos tomar la división del pueblo de Dios. 
"Si es que habéis gustado la benignidad del Señor. Acercándoos a él... sed edificados como casa espiritual..." (1 Pedro 2, 3-5).

33.- Josué 23, 1-11: Hay muchas personas que encuentran el Evangelio bastante anticuado, pasado de moda. Tienen "comenzón de oír" novedades (2 Timoteo 4, 3). ¡Quiera Dios que por medio de éste nos reconozcan como discípulos de Jesús!(Mateo 26, 73).

34.- Josué 23, 12-16 y 24, 1-5: Jehová previene a los jefes del pueblo de las consecuencias desastrosas que ocasionaría cualquier alejamiento. El lazo o la red empieza por caerse; el tropiezo o la trampa atrapa y retiene; el azote simboliza la servidumbre y finalmente las espinas en los ojos son la cruel ceguera. 

35.- Josué 24, 6-15: La despedida de Josué hace pensar en la despedida de Pablo a los ancianos de la asamblea de Éfeso Hchos 20, 17).  Y su ministerio parece haber terminado y habla en nombre de su familia.

36.- Josué 24, 16-33: Josué exhorta a su pueblo que se aparte  de los dioses extranjeros: "Ningún siervo puede servir a dos señores (Lucas 16,  13). Así, él termina su carrera según el caminar por la fe, combatió la batalla de la fe y Jefe, autor y consumador de la fe que hace fijar los ojos en Jesús (Hechos 12, 2).





























































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