EL ARTE DE PREDICAR I: la homilética


Recuerdo una historia que leí hace un tiempo en un libro: cuando un gran siervo de Dios se encontraba en las heladas tierras del Ártico, cortó un pequeño trozo de hielo cristalino en forma de lente convexo, lo sostuvo contra los rayos del sol y para sorpresa de todos, hizo arder leña seca que había allí. De igual manera, un predicador frío, pecador o aun apóstata, puede ser el medio por el cual la verdad de Cristo sea anunciada a vidas sin Jesús, produciendo en ellos la llama santa del amor divino; pues no es el hombre, sino Dios quien hace la obra. Pero es mucho más eficaz la predicación del buen siervo de Dios, que sabe exhortar a los inconversos y permanecer fiel.

(Del libro Homilética I: El arte de predicar del autor Abel Aguilar)


Aprender a preparar la homilia:
 1. Ore antes de estudiar el texto biblíco
 2. Material de estudio: Biblia, cuaderno de anotaciones, libros de
     consulta y diccionario linguístico.
 3. Organizar un plan de estudio: visión panorámica del contenido, 
     repasar el tema, responder las preguntas y revisar lo escrito.
4. Saber enfrentarse a las dificultades.

                 Lección 1: La homilética

Tema 1: Definición de homilética:
Homilética significa conversar en tono familiar:
  . Retórica al discurso sagrado
  . Arte de preparar sermones y proclamarlos
  . Ciencia que enseña las reglas de oratoria

Predicación: comunicación verbal y personal de la verdad divina.
Sermón: discurso sistemático basado en las verdades bíblicas, adaptado a la mente popular.
Persuasión: influencia manifiesta del predicador hacia los fieles para  convencer determinada conducta moral. 

Tema 2: Historia de la Homilética

La predicación es el medio que Dios eligió para comunicar el evangelio a toda criatura. Su historia ha pasado momentos de gloria y decadencia. 
En la época de Jesucristo y sus apóstoles llevaron sus enseñanzas en la exposición de las Escrituras: doctrina, práctica y ética. 
Período apologista (100 d. C. hasta 430 d. C.) defensa de la fe frente a las herejías.
En la Edad Media se desarrollo un débil impulso misionero y el auge del sacramentalismo. 
Reforma protestante con Martin Lutero: El justo por la fe vivirá. En la Edad Moderna se inicia un gran avivamiento, es la Edad de oro de la predicación. 
Siglo XVIII y XIX: los predicadores eran los ganadores de almas.
Finales del siglo XIX: decadencia de la predicación.
Siglo XX: despierta el celo misionero tras el avivamiento en Estados Unidos.
En la actualidad Dios sigue salvando almas por la predicación. 

Tema 3: La Homilética, la retórica, la oratoria

La retórica es la ciencia de hablar bien para lograr una buena comunicación. Cinco pasos a saber:
          1) Invención: recopilación material del descubrimiento de 
              las ideas.
          2) Arreglo: organización lógica del material.
          3) Estilo: manera de expresar las ideas de forma correcta y 
              ordenada.
         4) Memoria: recordar las ideas o pensamientos.
         5) Presentación: transmisión de las ideas descubiertas. 

La oratoria es el arte de hablar on elocuencia, de deleitar, persuadir por medio de la palabra. Consejos fundamentales de la oratoria:
         1. Tener una voz sin esfuerzo y entendible.
         2. Articular bien las palabras.
         3. Ritmo de la respiración fluido a las frases y oraciones.

Tema 4: La importancia de la predicación

La predicación del evangelio ha sido el principal medio de gracia y verdad. Algunos peligros de la predicación: 
     lº Ha perdido un poco de lugar en la Iglesia, se cuestiona su
        práctica y se enfatiza más la adoración que del sermón.
    2º Convertir el mensaje en un lindo estudio y carente del poder
        del Espíritu Santo.
    3ºPredicar por vanagloria, para lucir como buen predicador y 
       asalariado, dejando en una hambruna espiritual a los fieles. 

Tema 5: La obra divina en la predicación

La predicación es la responsabilidad más grande del pastor. La tarea más importante del pastorado. Con ella el cristianismo se eleva o se derrumba. Es la principal medio de evangelización, nace en el amor de Dios y es su poder. La predicación comienza a declinar cuando se seculariza. La predicación debe ser algo vivencial con Cristo y está la autoridad de Dios. 

Lección 2: El predicador

Según Lewis, "ningún hombre sabe cuán malo es, hasta que trata de ser bueno". El precio que debe pagar diariamente el predicador: una cruz, un sacrificio vivo, una dependencia del Espíritu Santo y de Dios. El precio de la comunión con Dios es la soledad con su Maestro: la presencia de Dios en oración. Dios nos ha llamado con llamamiento Santo. 

Tema 1: La persona del predicador

La personalidad del predicador estará involucrada en el mensaje predicado. Definición de personalidad: conjunto integral y dinámico de aspectos físicos, sociales, morales y mentales del individuo, en su relación con otras personas.
El aspecto social afectada por la personalidad que afecta a la recepción de los oyentes, la influencia hace referencia a lo que no decimos. Ello es el mensaje corporal, un idioma específico del cuerpo: gestos, modos, mirada: 7 % palabras, 38 % tono de voz y 55 % mensaje corporal.  "Las palabras convencen, pero el ejemplo arrastra". La limpieza de un vaso influye en la pureza del contenido. 

Aspectos cruciales de la personalidad del predicador: 

1) Una experiencia personal con Cristo: hombres no convertidos que usaron el púlpito para su provecho. Jesucristo nos llamó a servir y llevar fruto para ganar almas, experiencia de conversión (Juan 3, 11).

2) Actitudes personales:
    
      * Actitud moral: hombre recto, íntegro, irreprensible, confiable,
         disposición a ser corregido y digno de vocación (llamada divi-
         na).

     * Actitud espieritual madura: relación familiar, no tener un alto 
        concepto de sí mismo, relación ejemplar en su matrimonio e 
        hijos en sujeción y no ser una tenaza para ellos. 

     * Actitud para con los de afuera: relaciones humanas cordiales 
        con sus semejantes y testificar con una conducta cristiana. 

Tema 2: El conocimiento de sí mismo

La personalidad humana del predicador cuida de sí mismo y de la doctrina: "Te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren" (1Timoteo 4, 16). Debe ocuparse de sí para luego conservar la doctrina.
Peligros que se enfrenta el predicador:

1. Tomar el ministerio como una profesión: Si se tiene una falsa motivación, el púlpito se convierte en un lugar de ganancias y amen su Nombre.

2. Los desajustes de sus emociones: 
     a. Orgullo
     b. Éxito
     c. Superioridad
     d. Competencia ministerial
     e. Tentaciones
     f. Ser admirado por los demás
     g. Ministerio famoso
     h Dinero
     i. Estilo

Área de presiones: prejuicios, poca autoestima, complejos, culpabilidad, inseguridad, temor, enfermedad, fracasos y depresión.
Es hora de fortalecernos en el poder de Dios. 

Tema 3: su relación con Dios

La santidad es la clave para predicar con poder y autoridad en el Antiguo Testamento, la vida de los sacerdotes:
   1. Servían a un Dios Santo.
   2. Debían consagrarse a vivir para él.
   3. Debían santificar su cuerpo.

Nuevo Testamento: "Sed santos porque yo soy Santo" (1Pedro 1, 16). Nuestro cuerpo es templo del Dios vivo. La santificación personal implica todo, espíritu, alma y cuerpo.

1. Espíritu: conciencia, transparencia en las acciones diarias y espíritu perdonador.

2. Alma: orgullo (germen del pecado), no amar (menospreciarnos), enojo (motivaciones personales para satisfacer nuestro ego) y contiendas (envidias y pasiones).

3. Cuerpo: glotonería (no tener límites en el apetito), lujuria ( deseo sexual extremado) y mal uso de las relaciones sexuales (adulterio o fornicación).

Principios para vivir en la santidad con Dios:
    l. Vivamos cerca del Señor.
   2. Una vida en familia.
   3. La unión con el cuerpo de Cristo. 

Tema 4: La vida espiritual

Servir al Señor demanda un alto precio y un sacrificio vivo. Implica entraga total y grandes luchas. William Booth: "Mira a Cristo cara a cara, cuya gracia tú dices poseer y cuyas palabras has prometido obedecer, y dile si has de publicar su misericordia al mundo".

1. Somos siervos de Cristo. 

Ser siervo implica estar dispuesto a gastarse para él cuando Dios nos usa. Cristo es el amo. Estamos expuestos a la incomprensión. Él es el que nos ha llamado.

2. Somos obedientes a la voluntad de Dios.

. Isaías era presagio para la nación.
Oseas se caso con la mujer adúltera.
. Jeremías no se casó por mandato divino.
. Miqueas proclamó su mensaje desnudo

La voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta. Con el tiempo la carga se hace ligera.

3. Somos administradores de la gracia de Dios.

El hombre actual necesita un mensaje espiritual, el mensaje que debemos predicar es el evangelio de Jesucristo. Predicar la gracia de Dios nos lleva a la cruz de Cristo. 

Tema 5: La oración privada

La oración determina la profundidad del sermón.

1. La comunión con Dios. Es el primer paso al orar. Cuando estamos a solas con Dios podemos escuchar su voz.
                    
                                    A solas al huerto yo voy
                              cuando duerme aún la floresta 
                          y en quietud y paz con Jesús estoy
                                  oyendo absorto allí su voz.

Cuando dejamos que Dios nos hable, una paz sobrenatural nos envuelve. Ninguna técnica homilética reemplaza la comunión con Dios.

2. La comunión con los hermanos. El orar en privado por la congregación nos libra de ser "predicadores profesionales".

3. La comunión con las necesidades. Jesús siempre estuvo rodeado de necesitados y los rodeó con amor. Cuando hemos estado a solas con Dios las personas sienten confianza y amor. Dios no hace nada si nosotros no oramos.


                           Lección 3: El texto bíblico

Predicamos para los que necesitan oír de Cristo. Debemos amar la Biblia como la Palabra inspirada por Dios. El Espíritu Santo debe hablar a nuestros corazones y cambiar las actitudes. Como predicadores, el mensaje que trae cambios en las vidas.

Tema 1: El texto bíblico del sermón

El mensaje debe nutrirse del texto bíblico. La definición del texto: "aquella porción o pasaje de las Escrituras, sea breve o largo, en el cual ha de estar basado el sermón". La Biblia es la fuente de la predicación cristiana. El texto bíblico nos permitirá alcanzar gran variedad de sermones.
Ejemplo de capítulos enteros: 

       Isaías 53: Los sufrimientos de Cristo
       Romanos 12: La práctica del amor
       Hebreos 11: La fe en acción

O tomar un párrafo:
         
       Lucas 15, 11-32: El hijo Pródigo
       1 Reyes 18, 41-45: Elías ora por lluvia
       Hechos 8, 26-40: Felipe y el etíope

Un versículo debe ser la base del sermón:

       Salmo 23, 1: Jehová es mi Pastor
       Mateo 5, 7: Bienaventurados los misericordiosos
       Romanos 8, 28: A los que aman a Dios todas las cosas les 
       ayudan a bien  

 Tema 2 Función del texto bíblico

I. Proporciona el tema: el texto es la base del sermón. Si el predicador no llega a encontrar un texto bíblico porque no conoce suficientemente la Biblia y fracase en elaborar un sermón, no es necesario predicarlo.

II. Delimita el sermón: Unificar al mensaje debe usarlo como apoyo del sermón. Un texto bíblico muy fraccionado limita la duración y el contenido del sermón.

III. Evita las generalidades: El texto bíblico no es fuerte o apropiado corremos el riesgo de aumentarlo con otros temas secundarios.

IV Despierta interés en el oyente: El pasaje de las Escrituras guiados por el Espíritu Santo cumplirá el propósito divino, la espada de la Palabra los traspasa y los sana.

     Tema 3: Elección del texto bíblico

     Hay que tener cuidado en la selección de pasajes bíblicos:

I. El texto debe hablarnos primeramente a nosotros: Cuando la Palabra es un fuego en nuestro corazón, ella tiene que seducirnos, y el Espíritu Santo hará arder a los hermanos con el mismo fuego.

II. El texto debe hablar directamente a la congregación: debemos observar un conocimiento amplio de la Palabra de Dios. Cuando se ora por los hermanos, Dios se encarga de penetrar con su Palabra en los corazones, es Dios quien obra en su pueblo.

III. El texto debe ser guiado por Dios: Dios nos libra de ser dominados por las emociones; la voluntad de Dios se hace presente en el corazón del predicador. Dios nos guía a escoger el texto bíblico:
       1. En la Biblia misma.
       2. El testimonio del Espíritu Santo en nuestro interior.
       3. A través de las circunstancias.

IV. El texto debe alimentar: La variedad trae crecimiento y encuentra una perspectiva más amplia y fortalece su fe. Debe hacer énfasis en los aspectos positivos de la vida cristiana.

Tema 4: Ventajas del texto bíblico

I. Evita el agotamiento del predicador: Dios nos renueva y evitamos repetir mensajes. El texto evita decir nuestros pensamientos. El texto bíblico nunca nos deja sin mensajes.

II. Da autoridad al mensaje: Un mensaje fundado en un texto bíblico esta basado en la revelación de Dios. El predicador es el instrumento escogido por Dios para ser su voz, el texto bíblico se convierte en agua viva para la congregación y la autoridad divina no puede ser resistida. El predicador que se somete a la autoridad de Dios es fiel al mensaje divino.

III. Atrae la atención de los oyentes: la lectura del texto de la Palabra debe hacerse en forma respetuosa. Es muy importante orar antes de subir al púlpito para atraer el interés.

Tema 5: Interpretación del texto bíblico:

     Estudiar el pasaje de la Escritura lo resumimos en cinco formas de interpretar el texto bíblico:

1. Análisis del contexto: condiciones en que se escribió, el lugar, la época, los receptores, el propósito, los versículos que anteceden y los que preceden.

2. Análisis de composición (sintaxis): el estilo literario y las oraciones gramaticales.

3. Análisis del vocabulario: significado de las palabras en su idioma original, el vocabulario del autor y las figuras literarias.

4. Análisis teológico: términos teológicos en el pasaje.

5. Análisis de la estructura: Contexto, pasaje y tema.

  

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