CADA DÍA LAS ESCRITURAS 1: EL LIBRO DEL GÉNESIS














 Exégesis bíblica corta: interpretación de cada pasaje para aclarar algo. Cada uno que aprenda a hacerlo. Las únicas normas son la ayuda divina y en oración que parte del corazón humano.

 La exégesis (del griego ἐξήγησις [exéguesis], de ἐξηγέομαι [exegueomai], ‘explicar’)1​ es un concepto que involucra una interpretación crítica y completa de un texto, especialmente religioso, como el Antiguo y el Nuevo Testamento de la Biblia, el Talmud, el Midrash, el Corán, etc. Un exégeta es un individuo que practica esta disciplina, y la forma adjetiva es exegético.
                      (De widipedia, exégesis)

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1.-  Gn 1, 1-19: La creación es un hecho divino al crear las cosas materiales y espirituales. Si bien, cuando nosotros queremos fabricar un objeto tenemos necesidad de cierto material. A Dios le basta con hablar para que todo se haga a partir de la nada, es el llamado  Verbo Divino. La pregunta del hombre a lo largo de la historia mundana: ¿Quién creó estas cosas? (Isaías 40, 12, 26 y Proverbios 30,4). Hebreos nos da la respuesta definitiva desde el punto de vista espiritual: Jesús, el autor de nuestra salvación, es también el creador de todas esas maravillas (Hebreos 1, 2-3 y Prov. 8, 27-31)

2.- Gn 1,20-31:
La creación cuenta que los cielos son la gloria divina, lo celeste es un anuncio de la obra de las manos divinas. Según Hebreos 11, 3, la  Palabra de Dios es la que nos instruye y la fe es la que podemos comprender el verbo divino. En una escena desolada donde reinaba las tinieblas, Dios hace resplandecer la luz. Nuestro mundo necesita luz frente a las tinieblas del corazón corrupto. Por último, crea al hombre y lo hace a su imagen y semejanza.

3.- Gn 2, 1-14: La creación fue obra de Jehová durante seis días, pero al séptimo día descanso. La potestad de Dios era formar un hombre con un puñado de polvo, pues Dios es sabiduría y misericordia para crear algo más hermoso, el hombre. Hace a diferencia del animal un alma viviente e imperecedera. 

4.- Gn 2, 15-25: Como prueba de su obediencia puso al hombre en el centro de su bella creación. El motivo es que administre como gerente  los bienes creados por Yavhé. El hombre fue creado libre con una condición que obedezca el mandato divino de la prohibición de comer del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal. La prueba más dura de la obediencia al Creador. Si bien, la soledad no convenía al hombre, entonces Dios proporcionó una compañera, esposa, una ayuda inteligente y dotada de afectos como él. "Todos somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos" (Efesios 5, 29-32): el apóstol Pablo en su carta a los Efesios resume el misterio de Cristo en el sueño de la muerte recibe a la Iglesia - su esposa - de manos de Dios para sustentarla y cuidarla. 

5.- Gn 3, 1-13: La felicidad del hombre en el Edén fue efímera. El diablo en forma de serpiente les conquistó el corazón a Adán y Eva. Y tras hacer vanos esfuerzos por esconderse de su miseria moral, pero Dios le hizo preguntas terribles. Es una paralelismo de lo que está pasando en el mundo donde el orgullo y la envidia siembran en el pobre corazón humano. 

6.- Gn 3, 14-24: Juicio divino contra la culpabilidad del pecado de desobediencia. La simiente de la mujer (Cristo) herirá la cabeza de la serpiente (destruirá su poder satánico). A la mujer le quedan reservados su sufrimientos de maternidad y al hombre el trabajo penoso. "La paga del pecado es la muerte" (Romanos 5, 12; 6, 23). La única justicia con la que el hombre se puede ataviar es aquella con la que Dios mismo lo vistió, Cristo, el Cordero sacrificado. 

7.- Gn 4, 1-16: Asesinato de Abel por parte de su hermano Caín.
Caín es el primer hombre nacido en la tierra, inconsciente del pecado y de sus consecuencias, se presenta ante Dios con su propio fruto de una tierra maldita. Abel es el segundo hombre fundado en la descendencia de la fe y el sacrificio lo ha presentado con la inteligencia del pensamiento de Dios. Y Caín comete un sacrilegio homicida  contra su hermano. Los pensamientos y las intenciones del corazón, revela el motivo de su acción: los celos.  Actualmente también hay hombres con espíritu cainita en una lucha fratricida: homicidios hacia sus semejantes. 

8.- Gn 4, 17-26: Caín se instala en el mundo cómodamente. El progreso social no corrige la naturaleza humana. La violencia y el espíritu de provocación del primer homicida de la historia se reproducen en su descendiente Lamec. Jesucristo, el verdadero Abel. En la Tierra nada falta ciencias, artes, industria y religión. Cristo está como el gran ausente en nuestros corazones cuando nos cerramos. Set toma el lugar de Abel para invocar el nombre de Jehová. Cristo, el segundo Hombre, adquirió una familia. 

9.- Gn 5, 1-20: El hilo de oro de la fe es a través de las generaciones que conducirá hasta el Mesías: la simiente de la mujer prometida después de la caída de Adán. Nace, sirve humildemente a su Dios, tiene hijos y muere. 



10.- Génesis 5, 21-32: Nos da una explicación repetitiva de los descendientes de los primeros padres (Adán y Eva). El hijo Enoc por su conducta de fe significa "instruido". Instruido en esta verdad. El descendiente Noé significa consolación y reposo. 

11.- Gn 6,1-12: Los hombres se han multiplicado en la tierra al igua que el mal en sus dos formas: corrupción y violencia. No guardaron su dignidad y pecaron. Timoteo hace referencia "Los hombres malos... irán de mal en peor" (2Tim 3, 13). Dios mira el corazón de los hombres. "El corazón de los hijos de los hombres está lleno de mal y de insensatez en su corazón durante su vida" (Eclesiastés 9, 3; Jeremías 17, 9). Dios se arrepiente de haber hecho al hombre, si bien, la maldad del hombre lo obliga a cambiar de disposición, quitar de la tierra a la humanidad perversa, excepto a Noé y su familia.

12.- Gn 6, 13-22: Noé es llamado hombre "justo" y "perfecto". Y solamente la gracia divina lo preservará de la tribulación. "Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios... con temor preparó el arca en que su casa se salvase" ( Hebreos 11, 7). El juicio llegará con la condena al mundo. Mientras dura la construcción, la paciencia de Dios espera. Hoy en día hay muchas similitudes con el rechazo de la Biblia que consideran una leyenda sobre la futura venida del Señor y el juicio final. 

13.- Gn 7, 1-16: Noe construyó el Arca haciéndola conforme a lo que Dios le mandó y después, obedece para entrar residiendo nuestra seguridad. "Y se cerró la puerta": dentro con Jesús y los suyos. Dios mismo cierra la puerta del arca tras Noé. Noé y su familia representan al residuo de israel, la gran tribulación final y será introducido en el mundo nuevo del milenio.

14.- Gn 7, 17-24; 8, 1-5: El raudal de su juicio se vierte sobre la tierra. Todo parecía ir bien. No entendieron nada hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos. La Palabra de Dios la más solemne de todas las advertencias para ponerse en regla con Dios: encontrar en Cristo un refugio contra la ira de Dios, las terribles aguas del juicio divino. No naufragará el creyente que permanece en Cristo.

15.- Gn 8, 6-22: La paloma que no se puede posar en ninguna parte y que vuelve al arca es una imagen del Espíritu de Dios, quien no tiene lugar en un mundo juzgado. En este mundo no encuentra ningún alimento, ni nada para satisfacer su corazón. Noé sale por fin del arca y ofrece un sacrificio. Esta tierra lavada de su mancilla. Él sube un olor agradable, "una salvación tan grande" (Hebreos 2, 3). 

16.- Gn 9, 1-19: La fuente del mal sigue estando ahí, en ese corazón humano. La tierra es entregada al hombre, quien desde entonces la domina con dureza. Dios da el arco (arco iris) en las nubes que es una señal de su gracia. 

17.- Gn 9, 20-19; 10, 1-32: Noé da la prueba de que no sabe gobernarse a sí mismo. Cam "escarnece a su padre". El mundo atrae la maldición sobre sus descendientes, los cananeos. Sem y Jafet honraron a su padre y prosperarán en la tierra (Efesios 6, 2-3). Babel (Babilonia) y Assur (Asiria) tienen como principio el reino de Nimrod que significa "rebelde". El hombre que comienza a asolar la tierra, haciendo reinar el miedo y el sufrimiento al matar, por placer y para afirmar su poder. 

18.- Gn 11, 1-26: Babel (o Babilonia) era un mundo que representaba al orbe con su orgullo y codicia. Si bien, las pretensiones de unificación de la Babilonia religiosa era la falsa Iglesia (Apocalipsis 17 y 18). Jehová confunde la lengua de los hombres de Babel y los esparce (Ap 7, 8). "La Iglesia de Dios viviente", fundada por Cristo y formada por el Espíritu Santo (1 Timoteo 3, 15; Mateo 16, 18). En Pentecostés, a los apóstoles les fue dado hablar en lenguas para hacer entender "las maravillas de Dios" (Hechos 2, 11). Los versículos del Génesis 11, 10 al 26 nos narra la descendencia de Sem que volvemos a encontrar en la genealogía del Señor Jesús (Lucas 3, 36).

19.- Gn 11, 27-32; 12, 1-8: En el tiempo posterior al diluvio, la idolatría progresó tremendamente (leer Josué 24, 2). "Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció...; y salió sin saber a dónde iba" (Hebreos 22, 8). Obedecer nos es naturalmente contrario, para obedecer sin comprender, para salir sin conocer el destino, hace falta la fe o una confianza absoluta en aquel que ha dado la orden. Abraham es en la Escritura el modelo de la fe. (Caín, los hombres de Babel), Abraham dirige sus miradas hacia la Ciudad celestial, "cuyo arquitecto y constructor es Dios" (Hebreos 11, 10). Abraham peregrino y adorador en tierra extraña construye su tienda y su altar. 

20.- Gn 12, 9-20; 13, 1-4: Abraham entra en el país de Canaán. Pero el hambre sobreviene, el patriarca desciende a Egipto y niega a su mujer que puede ser negada su relación con el Señor. Para el hombre de Dios, su conducta equivoca es desastrosa. La presencia de Sarai en el palacio de Faraón atrae plagas y el mundo le ha lanzado un "vete". Entonces, Abraham vuelve a Canaán a encontrar su altar y sus relaciones con Dios. 

21.- Gn 13, 5-18: Abram deja escoger a Lot el lugar al que quiere ir, y así, éste último escoge lo que le gusta, lo que atrae su corazón mundano ( la llanura del Jordán es similar al de Egipto). Abram deja a Jehová decidir por él. Dios no defrauda jamás a aquellos que confían en él. Canaán es para nosotros una figura del cielo.

22.- Gn 14, 1-12: Lot es el ejemplo de un creyente que anda por vista y manifiesto lo que había en su corazón. Una vez que tomamos voluntariamente un camino resbaladizo, ya no somos dueños de detenernos. Para Lot y para todo creyente mundano, al ser presa de esos conflictos interiores y exteriores, semejante hombre no puede ser más que desgraciado.

23.- Gn 14, 13-24: La debilidad de sus medios frente a una coalición de reyes victoriosos, y bien, su amor por su "hermano", su fe y su perseverancia consiguen la victoria y liberan al cautivo. Un visitante misterioso: Melquisedec es rey y sacerdote al mismo tiempo, figura del Señor Jesús (Hebreos 7, 1-10). Un corazón saciado por Cristo es el secreto para resistir a las ofertas de Satanás.

24.- Gn 15, 1-21: "Yo soy tu escudo, y tu galardón" (v. 1). La fe de Abram se adueña de la promesa que Dios le hace respecto a una descendencia celestial. Aves de rapiña es la imagen de los esfuerzos satánicos para arrebatarnos algún resultado de la muerte de Cristo. La fe puesta a prueba.

25.- Gn 16, 1-16: Quiere ayudar a Dios a cumplir su promesa. Agar huye lejos de su dueña. Y Dios la encuentra en el camino y se convierte para ella el Dios que revela (v.13). Él se da a conocer en Cristo (Juan 8, 19; 2 Corintios 4, 6). El Salvador es agua viva de la gracia y el pozo del Viviente-que-me-ve.

26.- Gn 17, 1-27: Abram innumerable descendencia por el de Abraham, el padre de todos los hombres de fe, esa muchedumbre de creyentes. Abraham sería considerado como cabeza de linaje. Dios veía con antelación al "Hijo de David", el Rey que regirá a Israel y al mundo, hijo de Abraham. Dios da a Abraham otra señal: la circuncisión que le corresponde al bautismo de hoy día y la separación para Dios y la desconfianza en la carne (Filipenses 3, 3-4). Sara recibiendo también su nuevo nombre, Isaac anunciado.

27.- Gn 18, 1-15: Dios concede a Abraham el honor de llamarlo su amigo. La obediencia a la palabra del Señor es la llave que le abre nuestro corazón (Juan 14, 23). Abraham es el modelo en la comunión y ejercicio de la hospitalidad. El cristiano es exhortado a practicarla. El anuncio de la herencia en Sara le hace dudar y le provoca risa. "¿Hay para Dios alguna cosa difícil?" (v.14) 

28.- Gn 18, 16-33: El conocimiento de los pensamientos de Dios es inseparable de una marcha fiel. El terrible destino de innumerables almas perdidas: hay personas inconversas. "Dios nuestro Salvador quiere que todos los hombres sean salvos".

29.- Gn 19, 1-14: Lot nunca estuvo a gusto en esa ciudad pervertida y ese era un justo. La iniquidad de los hombres de Sodoma no tienen vergüenza de ostentar durante esa noche dramática. Esos hombres atestiguan contra ellos mismos. 

30.- Gn 19, 15-38: La liberación de Lot es la respuesta a la oración de Abraham para salvar a su hermano era necesario que Sodoma fuese salvada de la destrucción. Dios no responde siempre de la manera que nosotros pensamos. Lot tarda en marcharse. Los ángeles tienen que arrastrarlo por la fuerza. El mundo estaba en su corazón y ella pereció con él. 

31.- Gn 20, 1-18: Es necesario que Dios repita sus lecciones hasta que un mal sea juzgado de raíz y confesado. Dios mantiene la dignidad de Abraham como su representante, el profeta que habla en su nombre y el intercesor a cuyas oraciones responde. 

32.- Gn 21, 1-21: La promesa de Dios se cumple, nace Isaac, figura de Cristo. Lo que Sara hace parece inhumano; Abraham lo encuentra mal. La heredad pertenece sólo a Cristo, los creyentes son "hijos de la promesa". La gracia actúa en favor de Agar y su hijo. Dios oye incluso la voz de un niño.

33.- Gn 21, 22-34: Las relaciones de Abraham con Abimelec habían sido bastante pesadas. Y se esfuerza por obtener una alianza con el hombre de Dios. Los que tengan sed de la verdad, de paz, de gozo, serán conducidos a buscarlos en ese Libro precioso, si ven que nosotros los obtenemos allí. 

34.- Gn 22, 1-12: Esta escena es una imagen de la cruz. El lugar es visto de lejos en los consejos eternos de Dios. Ese lugar del sacrificio es al mismo tiempo el de la adoración. La obediencia de Isaac nos recuerda la del Señor en Getsemaní. En contraste, por último, con la voz del Ángel que detiene la mano de Abraham, ninguna voz se escuchó en el Gólgota para apartar la espada que debía herir al Hijo de Dios. 

35.- Gn 22, 13-24: Isaae es, en figura, resucitado. Cristo es en realidad. La fe de Abraham ha sido mostrada por medio de esta obra. Creo en el Señor Jesús, tarde o temprano nos será dada la ocasión de demostrarlo

36.- Gn 23, 1-20: Un sepulcro es todo lo que Abraham poseerá de ese país de Canaán para enterrar a Sara que vive una vida divina. La derrota de la muerte, la certeza de la próxima resurrección de todos los creyentes. Un cristiano se da a conocer en todas sus relaciones con la gente del mundo por su rectitud y su perfecta honrandez. 

37.- Gn 24, 1-14: Para asegurar la descendencia de la promesa, Abraham, gran designio: dar una esposa a su hijo. La Iglesia, la Esposa de Cristo. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, han trabajado juntos en la obra de la Creación. Antes de emprender cualquier cosa, no olvidemos hablar primeramente al Señor acerca de ello. 

38.- Gn 24, 15-31: Si el criado nos enseña la dependencia, Rebeca es un modelo de abnegación y diligencia. Hace más de lo que se le pide y lo hace con agrado y prontitud. Sacar agua es refrescar al prójimo, darle alivio. Alguien considera con atención todo lo que hacemos. Sería para Isaac una mujer afectuosa, activa y virtuosa. Lo primero que hace es prosternarse ante Jehová y darle gracias.

39.- Gn 24, 32-49: Dios condujo, como de la mano, al criado de Abraham en su entrevista con la familia de su amo. Un hijo o hija de Dios no debe casarse más que dentro de la familia de la fe. La unión con un inconverso es una fuente de penas y sufrimientos para toda la vida. El Espíritu Santo, cuando es recibido en un corazón, hace conocer al Padre y al Hijo.

40.- Gn 24, 50-67: Las palabras con las cuales el criado de Abraham describió a su amo y las riquezas de las que dio algunas muestras conmovieron el corazón de Rebeca. Está decidida: "Sí, iré". El Espíritu de Dios le incita a hacerlo hoy. Comienza para Rebeca la larga marcha a través del desierto. Ha dejado todo para seguir al criado que la conduce hasta Isaac. La Iglesia, Esposa de Cristo, continúa en este mundo su camino de pena y fatiga, también de gozo porque el Espíritu Santo la ocupa del Muy Amado que viene a su encuentro. Rebeca fue mujer de Isaac y él la amó a partir de ese momento. Cristo ya ama a su Asamblea. 

41.- Gn 25, 1-18: El final de la vida de Abraham termina con un vasto cuadro profético: nacimiento del Hijo, la cruz y la resurrección del verdadero Isaac, el alejamiento de Israel (muerte de Sara) y el llamamiento de la Iglesia y su unión con Cristo en la gloria, los hijos de Cetura. Isaac representa a Cristo con el carácter de Heredero universal. Más allá de Isaac, contempla a Aquel en quien las promesas tendrán su realización. Abraham es un hombre divino del cual Dios unió su nombre al Suyo propio, llamándose "Dios de Abraham"

42.- Gn 25, 19-34: La fe de Isaac y de Rebeca es probada de la misma manera que la de Abraham y Sara: por la esterilidad. Nacen dos hijos gemelos, tan diferentes por su aspecto físico como por el estado de sus corazones. Esaú por una sola comida sacrificó todo su porvenir y era un insulto a Dios. La primogenitura es una figura de su privilegio, jóvenes amigos que han sido educados en una familia cristiana.

43.- Gn 26, 1-16: Para ponerse al abrigo del hambre junto con su familia, siembra, cosecha y Dios bendice su trabajo. Su prosperidad provoca el celo de los filisteos y procuran despojar al hombre de Dios del agua necesaria para la vida. Esos filisteos malvados, quienes tapan los pozos con tierra, nos hacen pensar en el enemigo de nuestras almas. De este modo nos despoja de la Palabra divina que nos es indispensable para lograr nuestra prosperidad espiritual. 

44.- Gn 26, 17-35: Isaac vuelve a excavar uno tras otro los pozos de Abraham, tapados por los filisteos. Soporta la injusticia, no amenaza, sino se encomienda a Aquel que juzga justamente. La herencia le pertenece. Isaac espera en Él para recibirlas cuando llegue el momento. Esaú desprecia una vez más la voluntad divina. Esto causa una pena profunda a Isaac y a Rebeca.

45.- Gn 27, 1-29: He aquí una familia en la cual Dios es conocido, las concupiscencias, los fraudes y las mentiras. Isaae se enceguece física y espiritualmente. Una comida sabrosa cuenta más para él que el estado moral de sus hijos. Se dispone a bendecir a su hijo preferido. Rebeca aconseja a Jacob que despoje a su hermano de esta bendición, engañando a su padre. Jacob consigue sus propósitos. Con la complicidad de su madre. El camino del Señor para nosotros siempre es sencillo, pero ¡cuántas veces lo complicamos con nuestras desatinadas intervenciones!

46.- Gn 27, 30-46: Esaú, el profano, desea ardientemente heredar la bendición, pero es rechazado y ahora es demasiado tarde. El mundo está lleno de personas que, como este hombre venden su preciosa alma a cambio de algunos placeres pasajeros. Las lágrimas que derramarán en el lugar espantoso, donde será el lloro y el crujir de dientes, serán vanas. Para Jacob empiezan las dificultades. El odio de su hermano, lo obliga a dejar a los suyos. La Escritura, al dar un gran lugar al relato de la vida de Jacob, nos permite admirar el largo y paciente trabajo de la gracia de Dios para con uno de los suyos.

47.- Gn 28, 1-22: Jacob abandona la casa paterna, pero Dios le hará conocer Su propia casa (Bet-el significa: "casa de Dios"). Al pecador cansado la gracia de Dios le muestra la puerta del cielo y le comunica sus promesas gloriosas. Una conciencia culpable no puede estar confiada, ni siquiera en la presencia del Dios de gracia. 

48.- Gn 29 1-14: Estos providenciales cuidados conducen a Jacob a la familia de su madre, junto a su tío Labán, encuentro cerca de un pozo. 

49.- Gn 29, 15-35: La historia de Jacob es la de la disciplina, la escuela por la cual Dios hace pasar a los suyos y la finalidad de Dios es guiarnos. Jacob, cuyo nombre significa "el que suplanta", será robado y despojado. 

50.- Gn 30, 1-24: Estos versículos nos presentan la familia de Jacob, de los descendientes de Leví saldrán los sacerdotes, de Judá los reyes y el mismo Mesías. La familia de Jacob es la imagen de su jefe: intereses egoístas, rivalidades, recursos dudosos. Las familias de los creyentes son preciosas para el corazón del Señor. El nacimiento de José, tipo de Cristo, anuncia para la familia de Jacob el fin de su servidumbre y el retorno al país de la promesa. Cristo toma su lugar en nuestras casas y en nuestros corazones para experimentar la liberación y la bendición celestial. 

51.- Gn 30, 25-43: Cuán triste es ver a un creyente luchando con las gentes del mundo por los bienes terrenales. Es una gran ganancia. Las verdaderas riquezas que se deben buscar: 1. La piedad, las relaciones con Dios. 2. El contentamiento. El apóstol Pablo aprendió personalmente a estar contento en cualquier circunstancia en que se encontrara. Dios nos ha dado a su propio Hijo y todas las cosas con él. 

52.- Gn 31, 1-21: La paciencia de Jacob soporta sin quejarse las fatigas y las privaciones. Lo que lo sostiene es el recuerdo del país dado por Dios a Abraham y a su descendencia. Cristianos, extranjeros en la tierra. Esta esperanza debería darnos toda la paciencia y el ánimo necesarios para soportar las dificultades e incluso las injusticias. Aquel que le daba la orden de ponerse en camino no podía permitir que Labán lo retuviese. "De Jehová ha salido esto" (cap. 24, 50).

53.- Gn 31, 22-55: Avisado de la huida de Jacob, Labán sale en su persecución y lo alcanza. Finge gran afecto por sus hijas y nietos en tanto que sus propios intereses son los que siempre le guiaron. Es triste ver la importancia que Raquel da a esos ídolos. Estos dioses corresponden a las cosas del mundo que no nos decidimos a abandonar y que creemos poder llevar con nosotros en el camino hacia nuestra Patria. Jacob y Labán se separan finalmente. No hay terreno común entre el creyente y el hombre del mundo. Jacob ofrece un sacrificio; conocía su lugar y dignidad ante Dios. 

54.- Gn 32, 1-21: Cuando Jacob se marchó de Canaán, Dios en cierto modo quiso presentarle a aquellos a quienes iba a emplear para cuidar de él durante su exilio, pero él no está en condiciones de regocijarse por la bondad divina que le otorgaba su voto de antaño. Recurre a la oración, después toma todas las precauciones imaginables, como si verdaderamente no creyese a Dios capaz de liberarlo. Jacob pasara a la cabeza de su gente y, confiando en Dios, pidiera con valentía perdón a su hermano ofendido.

55.- Gn 32, 22-32: Siempre había buscado la bendición por sus propios esfuerzos. Ahora comprueba que la energía del hombre no puede vencer y prevalecer. Con un gesto divino ella es aniquilada. "Cuando soy débil, entonces soy fuerte" (2 Corintios 12, 10). La victoria de la oración obtiene la bendición bajo la forma de ese nombre de Israel, tan grande en los consejos de Dios, en la Escritura y en la Historia, nos habla de Cristo, el Vencedor, el Príncipe, el verdadero Israel de Dios. Dios quiere hacer de nosotros vencedores. Jacob recordará a Peniel. Su bastón se lo rememorará continuamente. Su cadera ha sido descoyuntada, pero su alma ha sido liberada.

56.- Gn 33, 1-20; 34, 1-31: Dios había respondido a su oración del capítulo inclinando el corazón de Esaú. Vemos reaparecer los temores del podre Jacob. A Esaú, que quería protegerlo, hubiera podido darle testimonio de su confianza en la protección del Dios Omnipotente; en lugar de eso, se evade con una mentira, pues dice que va a Seir, y va a Sucot y edifica una casa y compra un campo.

57.- Gn 35, 1-15: Bet-el, casa de Dios, es el lugar de Su presencia. La misma voz divina invita al cristiano, cada primer día de la semana, a cesar de ocuparse en los asuntos de la tierra y trasladarse al lugar donde el Señor ha prometido su presencia, y allí adorarlo en espíritu y en verdad. Esos “dioses ajenos”, mucho tiempo tolerados, deben ser desechados en el momento de presentarse ante Jehová. El adorador es colmado en la presencia de Dios de múltiples y preciosas bendiciones.

58.- Gn 35, 16-29: ¡Nueva etapa en la vida de Jacob! Sobrevienen simultáneamente el nacimiento de Benjamín y la muerte de Raquel. Benoni, hijo de mi tristeza, hombre de dolores, sometido al sufrimiento. Es el verdadero Benjamín, el Hijo de la diestra del Padre. Los dos nombres son inseparables, llevados por la misma persona: los sufrimientos y las glorias de Cristo. Belén, donde nacerá el Salvador. El sepulcro de Raquel, lugar de lágrimas y también lugar de gozo.

59.- Gn 36, 1-43: La familia de Esaú prospera y cuenta con numerosos jefes, incluso reyes. Mejor es obedecer al Señor y servir a los que le pertenecen que tener autoridad sobre otras personas. Amalec, llegará a ser el más acérrimo enemigo de Israel. El nombre de Jacob, ha sido cambiado por Israel. Esaú llega a ser llamado Edom que significa ““rojo”, "potaje”. Este hombre y su descendencia hn sido condenados a llevar como nombre el del plato cambiado por la primogenitura.

60.- Gn 37, 1-17: José, objeto del amor particular de su padre, es al mismo tiempo víctima del odio y de la envidia de sus hermanos. Da testimonio contra ellos de la maldad que los caracteriza y ante ellos de su exaltación futura. Cristo, centro de las profecías respecto a la tierra y al cielo. Jacob vistió a José con una túnica de diversos colores, marca visible. Jesús ha sido designado públicamente como el objeto de las delicias del Padre. José es, para cada uno de nosotros, un modelo de obediencia y se presentó con una obediencia perfecta cuando el Padre quiso enviarlo.

61.- Gn 37, 18-36: El largo camino seguido por José en busca de sus hermanos recuerda el que recorrió el Hijo de Dios para buscar y salvar a los que estaban perdidos. Sus hermanos urden ruines conspiraciones para matar a aquel que había venido a servirles. Lo despojaron de su vestido y lo echaron en la cisterna, imagen de muerte. Finalmente venden a José como esclavo por veinte piezas de plata a unos extranjeros.

62.- Gn 38, 1-30; 39, 1-16: José en Egipto, joven temeroso de Dios que se guarda puro y separado del mundo. Cuando la tentación se presenta, José la rechaza, no escucha y huye. Que este ejemplo también estaba lejos de su familia, sea para ustedes un estímulo en los combates que inevitablemente tendrán que librar.

63.- Gn 39, 17-23; 40, 1-8: José es objeto de una horrible injusticia. Bajo un falso testimonio, es condenado y encerrado en la cárcel con otros prisioneros. Y una vez más esos sufrimientos anuncian los del Salvador. Nuestros pensamientos se dirigen hacia el Hombre perfecto que vino a participar de nuestra condición miserable y desesperada para servirnos con amor.

64.- Gn 40, 9-23: En estos dos siervos del rey de Egipto, el copero y el panadero, tenemos una muestra de toda la humanidad. Todos pecaron contra Dios, todos merecían su ira, su castigo. No existen en el mundo otras alternativas sino estas dos: salvado o perdido. José es el mensajero de la gracia soberana, Jesús es el primero en anunciar la salvación y las buenas nuevas de paz.

65.- Gn 41, 1-13: Como el Señor sabía que nuestros corazones son olvidadizos, cuando instituyó la Cena, dio a los suyos el pan y la copa pidiéndoles que hagan memoria de Él. Para dar testimonio de Jesús, Salvador nuestro, no temamos reconocer en qué estado de miseria y de pecado nos encontrábamos cuando nos hizo conocer la liberación.

66.- Gn 41, 14-36: El futuro les inquieta. Se sienten a merced de imprevisibles catástrofes. La Biblia contiene todo lo que el hombre puede saber respecto al porvenir. Pero las profecías son incomprensibles para aquellos que no tienen el Espíritu de Dios. Esta respuesta viene de Dios y no de José mismo. Un cristiano que conoce la Biblia sabe más sobre el porvenir del mundo que los hombres políticos más listos. Nuestra época corresponde a un período de abundancia. Para el mundo será seguida por un tiempo de hambre, hambre de oír la palabra de Dios.

67.- Gn 41, 37-52: La historia de José ha dado vuelta. Después de los sufrimientos vienen las glorias. El salvador del mundo, aquel ante quien todas las rodillas se doblan. A Jesús, el Nazareno, Dios lo elevó a lo sumo y le coronó de gloria y de honra. A José le es dada una esposa, imagen de la Iglesia, tomada de en medio de las naciones. Dios, antes de enviar a la tierra el hambre que ya había decretado, preparó a José (tipo de Cristo) por medio de sus aflicciones, para desempeñar el papel de salvador y sustentador de la vida para el mundo y para la familia de Israel (Efraín = doble fertilidad).

68.- Gn 41, 53-57; 42, 1-8Lo que el Señor anuncia se cumple infaliblemente. Así ocurre con la palabra de José, que era la de Dios mismo. Los hombres casi no piensan en dar gracias al Señor por el gozo que les otorga y generalmente tampoco acuden a Él para encontrar el socorro en sus pruebas. Sepamos también aprovechar las épocas de abundancia espiritual, las reuniones o lecturas edificantes por ejemplo, para llenar los “graneros” de nuestra memoria y de nuestros corazones. En los momentos de necesidad, de soledad, de desaliento, lo que hayamos reservado nos dará fuerza y gozo en el Señor.

69.- Gn 42, 9-24: Dios en su paciencia infinita, no ha olvidado al objeto de sus fieles promesas. Espera el momento favorable para restablecer las relaciones: el hambre, para que Cristo, el verdadero José, tome o vuelva a tomar todo el lugar en sus vidas. Después de tres días y otra conversación entre José y sus hermanos, la conciencia de ellos empieza a hablarles.

70.- Gn 42, 25-38: La intención de José al recibir duramente a sus hermanos no es vengarse. Emplea sucesivamente la severidad y la benevolencia, cómo el Señor obra cuando quiere despertar nuestra conciencia y nuestro corazón. Las acusaciones de José son injustas. Sus hermanos no son espías. Preguntémonos lo que Dios quiere enseñarnos por ese penoso medio. Deberá aprender que si Dios esta por él nada puede estar contra él, y que todas las cosas ayudan a bien a los que aman a Dios.

71.- Gn 43. 1-15: El hombre siempre ha tenido la pretensión de llegar algo a Dios. Lo que hace falta a nuestros corazones es el trigo celestial, el alimento de lo alto, el único que puede calmar el hambre de nuestras almas.

72.- Gn 43, 16-34: El gran José había pagado personalmente por sus hermanos. La comida que toman juntos es imagen de esta comunión. Las que derrama siempre son lágrimas de amor.

73.- Gn 44, 1-17: Como toda la historia de José, estas escenas tienen un alcance profético. Verá en el Nazareno al que despreció y crucificó, a aquel a quien Dios ha hecho Señor y Cristo, su Mesías y, al mismo tiempo, el Hijo del hombre que debe reinar sobre el universo entero. Hace falta que Israel, y la tribu de Judá, atraviese un tiempo de profundas pruebas, llamado la "gran tribulación".

74.- Gn 44, 18-34: La finalidad de José era llevar a sus hermanos a pensar en el momento en que, veinte años atrás, junto a la cisterna, habían permanecido insensibles a su angustia cuando pedía piedad, así como al dolor de su anciano padre cuando le habían anunciado cruelmente su muerte. Ponernos en el lugar de los demás para comprender sus alegrías y sobre todo sus penas.

75.-  Gn 45, 1-15: Los hermanos se enteran de que el gobernador de Egipto, a quien pertenece toda esa gloria, no es otro que aquel a quien ellos habían odiado y rechazado. ¡Qué desconcierto puede llenar sus corazones al comprobar la noble gracia de la cual José da prueba! y contar a Su Padre "toda su gloria", en las reuniones de culto.

76.- Gn 45, 16-28: Devolver bien por mal: eso es lo que José hace con sus hermanos. La presencia del Señor y el goce de sus glorias están ante nosotros. Tenemos una prueba de que Jesús está vivo, glorioso y nos espera en el cielo: nos ha enviado el Espíritu Santo. La exhortación de aquel que conoce muy bien a sus hermanos. 

77.- Gn 46, 1-34: El amor de José por sus hermanos y la grandeza de su perdón. Pero el amor de José por su padre Jacob, su consideración, sus atenciones, su prisa por verlo, su diligencia para ponerse a su disposición. Dios lo estimula prometiéndole descender con él. Luego tiene lugar el conmovedor encuentro con su muy amado hijo, quien todo lo ha preparado con abnegación para la felicidad de los suyos. 

78.- Gn 47, 1-12: Para Faraón es suficiente que sean hermanos de José para que la gloria del salvador de Egipto se proyecte sobre ellos. Y a causa de Él, Dios nos recibe con favor, pues hemos sido hechos aceptos en el Amado. Nuestra fe puede faltar, pero Su gracia fiel jamás faltará. 

79.- Gn 47, 13-26: El cumplimiento del sueño de Faraón era inseparable de la persona de José. Cristo es el centro de las profecías. Después, como José con los egipcios, hace que poco a poco todo se encuentre sometido a Dios. El Señor no se contenta con un sacrificio cualquiera de nuestra parte. Nos reclama por entero en virtud del derecho que adquirió sobre nosotros.

80.- Gn 47, 27-31; 48, 1-7: La larga vida de Jacob está a punto de terminar. El patriarca ha reconocido ante Faraón que sus días fueron cortos y malos. Su carrera no ha alcanzado el nivel espiritual de la de Abraham o Isaac. Es el coronamiento de Su paciente trabajo de disciplina. Jacob recuerda el camino de su vida y evoca las etapas: Luz -Bet-el-, Efrata. Todas nuestras miradas hacia atrás harán sobresalir la misericordia de Aquel. Jacob se inclina a la cabecera de la cama, adora, apoyado sobre el extremo de su bordón de peregrino.

81.- Gn 48, 8-22: Conocía por experiencia las actividades y las penas de un pastor. Cada uno de nosotros conoce el nombre bondadoso con el cual el Señor Jesús se designa: "Yo soy el buen Pastor".

82.- Gn 49, 1-18: Cristo es representado por Judá, su tribu de nacimiento. Es el período actual personificado por Zabulón e Isacar. Dan, representa al Anticristo, "Serpiente junto al camino".

83.- Gn 49, 19-33: Cuando la Iglesia sea quitada de esta escena, "la hora de la prueba" vendrá "sobre el mundo entero". Un residuo creyente de Israel atravesará esta gran tribulación. Lo podemos reconocer en las palabras dirigidas por Jacob a Gad. Benjamín nos habla del rey (Cristo) que inaugura su reinado después de la destrucción de sus enemigos, Aser y Neftalí representan al pueblo que por fin será bendecido por el establecimiento del reino. El hijo de Dios (el creyente) se interesa por estos temas. José, Cristo, quien fue odiado y rechazado tendrá el poder supremo y será una bendición para el mundo entero. La bendición se extenderá a las naciones ajenas a las promesas.

84.- Gn 50, 1-14: El Génesis nos muestra la fe en actividad. Los funerales del patriarca se realizan con gran solemnidad. El hecho de que un creyente deje este mundo no da lugar a grandes ceremonias.

85.- Gn 50, 15-26: Después de la muerte de su padre Jacob, los hermanos de José dudan de su amor. Piensan que José se iba a vengar de sus hermanos. Muchos cristianos se parecen a los hermanos de José. No se atreven a creer que están enteramente perdonados. Su corazón es infinitamente sensible a esa falta de confianza. Dios ciertamente os visitará son las últimas palabras de José a sus hermanos.

















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